domingo, 17 de febrero de 2013

Deberes sexuales: Por la vivencia de una ética erótica. Una propuesta de erótica deontológica y transontológica desde Latinoamérica.



Deberes sexuales:
Por la vivencia de una ética erótica.
Una propuesta de erótica deontológica y transontológica desde Latinoamérica.


Psicóloga Alejandra Quintero-Rendón – El Diván Rojo
Abogado Armando López Upegui


Psicóloga Alejandra Quintero-Rendón y Abogado Armando López Upegui.
El Acontista, Medelin, 2011.



"Gozar y hacer gozar, sin hacer mal, ni a ti ni a nadie:
ese es, creo, el fundamento de toda moral"
Nicolas Chamfort


“Todo desprecio de la vida sexual, toda impurificación de la misma
con la idea de constituye el auténtico pecado
contra el santo espíritu de la vida"
Frederich Nietzsche


"El diálogo no impone, no manipula,
no domestica, no esloganiza".
Paulo Freire


“Nadie puede ser perfectamente libre 
hasta que todos lo sean”. 
Herbert Spencer

Vivir libremente la sexualidad implica un ejercicio de autonomía, conciencia y responsabilidad que de la mano de una ética propia contribuye al bienestar personal, que en otros términos, es la salud sexual. (“El término “salud sexual” se refiere a la experiencia del proceso continuo de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad”. OPS y OMS. (Eds.) (2010) Promoción de la Salud Sexual. Recomendaciones para la acción. (pp 9)  [Version de PAHO ])

Por ello, para procurar la salud sexual partiendo de la construcción consciente de una ética humana, autónoma y dialógica, o sea, basada en la alteridad y el diálogo, y soportada en el amor propio y el cuidado de sí, no sólo hay que hablar exclusivamente de derechos sexuales, sino también de deberes sexuales, en el entendido de que el cumplimiento de los deberes por parte de cada uno, se constituye en la más eficaz forma de garantizar el propio derecho.

El Diván Rojo desarrolla así esta propuesta de los deberes sexuales, que, aunados a los derechos sexuales ya propuestos previamente por la World Association for Sexual Health (WAS) desde 1999, permitirán una vivencia de la salud sexual en términos personales e individuales que se reflejarán en la comunidad.

Estos deberes se enmarcan en principios como el autogobierno, el amor propio, el cuidado de sí, el hedonismo, el vitalismo y el humanismo que, en conjunto con los derechos sexuales, contribuirán con la salud sexual personal y social.

Los deberes sexuales son entendidos, como aquellos compromisos que cada sujeto desarrolla o tiene, frente a la vivencia placentera, edificante y saludable de la sexualidad para consigo mismo y con el Otro. Estos compromisos devienen de la consciencia de la sexualidad y de la erótica, como elementos transversales e inherentes a la condición humana, que pueden aportar bienestar físico, mental y espiritual y que naciendo de la consciencia y acción individual influirán en la consciencia y acción social.

Vivir una sexualidad y una erótica libre, implica la construcción de un marco ético propio y autónomo, que no solamente contemple el conocimiento y la práctica de los derechos sexuales, sino de los deberes sexuales. Una ética sexual y erótica, no debe partir solamente de la reclamación de los derechos o del respeto de los derechos del Otro, sino de la consagración, observación y formación en deberes sexuales, ya que no hay derechos sin deberes. Deberes que implican que el sujeto construya sus propias normas y su limitación y sea congruente consigo mismo a partir de sus leyes autoimpuestas por el ejercicio de la razón. Normas que son validadas, construidas y re-construidas en una relación dialógica con el Otro, o sea, en una alteridad erótica.

Hablar de deberes sexuales, implica poner la responsabilidad de su salud sexual al interior del sujeto, lo cual permitiría:

- Contribuir a los procesos de transformación personal y social de la sexualidad actual, hacia una erótica más humana, autónoma y auténtica basada en la alteridad y el diálogo, o sea, contribuir a una revolución erótica personal y social.

- Construir una ética humana y autónoma donde el sujeto se autodetermine sexual y eróticamente desde la alteridad y en el diálogo con el Otro. Una ética sexual y erótica que admita la práctica de los deberes y derechos sexuales, que le permita tomar decisiones críticas y conscientes sobre su sexualidad y vivencia del erotismo.

- Procurar el bienestar sexual personal y social, que no es otra cosa que la salud sexual.

- Garantizar el respeto por la pluralidad de los cuerpos, los deseos y los placeres del otro, lo cual se reflejaría en una vivencia sexual libre y sin coacciones.

- Redundar en la protección de la salud pública a partir de sujetos conscientes de las consecuencias de sus acciones sexuales, fruto ésto de la formación ética propia de cada individuo.


Propuesta de deberes sexuales:

- Deber de la libertad sexual:
Es el deber de respetar la expresión de la sexualidad y la pluralidad de los cuerpos, los deseos y los placeres del Otro, lo que implica una vivencia sin coacción, abuso, violencia o explotación de la vida sexual propia y de los demás. Es el deber Ser, dejando Ser.

- Deber de la autonomía, integridad y seguridad sexuales del cuerpo:
Es el deber de tomar decisiones autónomas sobre el cuerpo y la propia vida sexual y erótica a partir de la ética personal y social, que conlleven a la vivencia placentera y consciente de nuestros cuerpos, libres de cualquier forma de coacción, abuso, violencia o explotación. Parte de la idea de que todo cuerpo es legítimo.

- Deber de la privacidad sexual:
Es el deber de respetar la autonomía del Otro para decidir lo relativo a la práctica de su sexualidad y erótica y el manejo del cuerpo como un acto íntimo y privado de su libertad personal.

- Deber de la equidad sexual:
Es el deber de procurar relaciones equitativas entre los seres humanos, absteniéndose de prácticas sexuales y vinculares que supongan dominio, imposición, sometimiento del otro por razones de raza, sexo, religión, limitación física, social o emocional, orientación sexoafectiva, identidad de género u origen étnico.

- Deber del placer sexual:
Es el deber de permitirse el disfrute y goce de los cuerpos, enmarcado en el bienestar propio y del otro.

- Deber de la expresión sexual emocional:
Es el deber de respetar todas las manifestaciones sexuales respetuosas expresadas mediante la comunicación, el contacto, la expresión emocional y el afecto.

- Deber de la libre asociación sexual:
Es el deber de respetar las actitudes y decisiones del Otro frente al establecimiento de nexos con otras personas, obrando siempre de la manera más consensuada posible. Incluye las relaciones humanas institucionalizadas y no institucionalizadas, las uniones matrimoniales de hecho o de derecho y/o la disolución de los mismos.

- Deber de tomar decisiones reproductivas, libres y responsables:
Es el deber de elegir libremente y sin presiones de ningún tipo (demográficas, económicas, políticas, religiosas, relacionales, etc) nuestra reproducción o no reproducción como especie. Parte del hecho de presidir la toma de decisiones reproductivas en las relaciones humanas, a partir del conocimiento de los métodos anticonceptivos y del respeto por la libre elección del Otro.

- Deber de buscar información científica:
Es el deber de formarse mediante la información generada por la investigación en sexualidad, científica, libre y ética, que permita una formación sexual crítica y laica que propenda por el ejercicio saludable, placentero, edificante y seguro de la sexualidad y la erótica. Implica la búsqueda proactiva y la formación autodidacta en sexualidad.

- Deber de educarse integralmente en sexualidad:
Es el deber de procurarse una educación y formación sexual integral, que considere no sólo los aspectos biológicos, anatómicos, fisiológicos y reproductivos de la sexualidad, sino que involucre su faceta erótica, vincular, simbólica y comunicativa, propendiendo así, por un enfoque humanista, integral y positivo de la sexualidad. Implica la formación autodidacta en sexualidad, no solamente desde el ejercicio intelectual, sino también, actitudinal, emocional y vivencial.

- Deber del autocuidado y la procura de la salud sexual:
Es el deber del autocuidado –o cuidado de sí- y del cuidado del Otro, procurando garantizar la atención de los problemas y trastornos sexuales, físicos y emocionales que puedan surgir en el ejercicio de la sexualidad y la vivencia erótica.





Bibliografía:

Arango. G. (1993). Obra negra: Un seductor diario (pp.145-146). Bogotá: Editorial Plaza & Janés.

Belli, G. (2010). El país de las mujeres. Bogotá: Grupo Editorial Norma.

Bilbeny, N. (2005). La revolución de la ética, hábitos y creencias en la sociedad digital. Barcelona: Anagrama.

Cortina, A. (2010). Ética sin moral. Madrid: Tecnos

Dussel, E.D. (1983). Liberación de la mujer y erótica latinoamericana. Bogotá: Editorial Nueva América.

Foucault, M. (2010). La ética del cuidado de sí como práctica de la libertad. En Obras Esenciales. Buenos Aires: Paidós.

Foucault, M. (2003). Historia de la sexualidad. (ed. juan. a). Buenos aires: Siglo Veintiuno Editores.

Freire, P. (2011). La educación como práctica de la libertad. Mexico: Siglo XXI.

Freire, P. (2006). Pedagogía de la indignación. Madrid: Morata.

Freire, P. (2002). Pedagogía del oprimido. Argentina: Siglo XXI.

Giddens, A.(2004). Transformación de la intimidad: sexualidad, amor y erotismo en las modernas. Madrid: Editorial Cátedra.

Kant, I. (2004). Filosofía de la historia: Respuesta a la pregunta ¿Qué es la ilustración? (pp.33-39). (1a.ed). La Plata: Terramar Ediciones.

Marcuse, H. (1984). Eros y civilización. España: Ariel.

Nietzsche, F.W. (2009). Crepúsculo de los ídolos. Madrid: Alianza Editorial.

Nietzsche, F.W. (2007). El Anticristo. Madrid: Alianza Editorial.

Nietzsche, F.W. (2009). Genealogía de la moral. Madrid: Alianza Editorial.

Nietzsche, F.W. (2009). Más allá del bien y del mal. Madrid: Alianza Editorial.

Onfray, M. (2008). La fuerza de existir, manifiesto hedonista. Barcelona: Anagrama.

Onfray, M. (2002). Teoría del cuerpo enamorado: por una erótica solar. Valencia: Editorial Pre-Textos.

OPS y OMS. (Eds.) (2010) Promoción de la Salud Sexual. Recomendaciones para la acción. [Version de PAHO ] http://www2.paho.org/hq/dmdocuments/2009/promocion_salud_sexual.pdf

Reich. W. (1980). La lucha sexual de los jóvenes. Bogotá: Ediciones Vladimirs'ch.

Reich. W. (1985). La revolución sexual. España: Planeta - Agostini

Russell, B. (2004). La conquista de la felicidad. Barcelona: Ediciones de Bolsillo.

Serres, M. (2011). Variaciones sobre el cuerpo. Mexico: Fondo de Cultura Economica.

Sade, M. (1988). La filosofía del tocador. España: Editorial Tusquets.

Savater, F. (2008). Ética como amor propio. España: Ariel.

Savater, F. (1986). Perdonadme ortodoxos. Madrid: Alianza Editores.

Taylor, C. (1994). Ética de la autenticidad. España: Paidos.

VVAA. (2007). De la pedagogía crítica a la pedagogía de la revolución. Mexico: Siglo XXI

VVAA. (2010). El amor libre. Eros y anarquía. España: Txalaparta

World Association for Sexual Health (WAS). Declaración de los derechos sexuales, 1999.


Psicóloga Alejandra Quintero Rendón - eldivanrojo@gmail.com - @eldivanrojo




Share/Save/Bookmark

jueves, 14 de febrero de 2013

Del erotismo, la moral y la ciencia





"El erotismo es un arte. Como arte, siempre está más allá del bien y del mal, por ello es esquivo a las valoraciones morales y a los intentos de cientifización. 

Son los valores estéticos y no las valoraciones morales las que nos acercan a la experiencia erótica. Son las vivencias eróticas y no sus teorías las que nos hacen ser artistas del erotismo.” 


Alejandra Quintero-Rendón 


 Esto es Revolución Erótica!!! 


Psicóloga Alejandra Quintero Rendón - eldivanrojo@gmail.com - @eldivanrojo


Share/Save/Bookmark

lunes, 11 de febrero de 2013

Cuando Alejandra pasa. Por: Víctor Raúl Jaramillo



"Cuando de nuevo sea árbol, átomo disgregado enalteciendo la tierra con sus raíces que maduran en frutos de mujer molotov, sexíbora y ferótica, los jóvenes la recordarán como una belleza inteligente que se creó a sí misma. 

Por ahora, Alejandra pasa con su cabeza erecta y su cabello negro hasta las nalgas, que es el látigo que promulga. Sus ocho ojos, porque todo en su cuerpo ve, buscan la grieta para excitar las calles por donde camina, tranquila y serena, en una danza homicida que incendia la ciudad. Ella, la incendiaria. 

Yo he estado sereno y tranquilo en su lengua, porque sus besos son la luz de la sacerdotisa que cuida mi muerte; la serpiente roja que ha abrazado al dios de sí mismo, el que crea utopías más allá de su estatura. 

Todo, y lo sabe, comienza cuando dos miradas se encuentran, como la de Lina que me ha encontrado y me ha llenado de asteroides. 

Cuando Alejandra sea carne de la tierra, todos recordarán como dominó con su juventud y belleza, sin olvidar nunca su paso por la sabiduría de la diosa. 

Pero este es su presente sensual y sexual; revolucionario y anarquista; hay que verla sin distancia para saber que cambiará algunas cosas en el mundo. Sea."

Extracto del libro: Palabras como cadáveres






Psicóloga Alejandra Quintero Rendón - eldivanrojo@gmail.com - @eldivanrojo


Share/Save/Bookmark

sábado, 9 de febrero de 2013

Del oscurantismo actual y otras perversiones. Doctrinas pastoriles y obediencia del rebaño.


"Artículo cuarto: La predicación de la castidad es una 
incitación pública a la contranaturaleza. 
Todo desprecio de la vida sexual, toda impurificación de la misma 
con el concepto de impuro es el auténtico pecado 
contra el espíritu santo de la vida" 

Federico Nietzsche 





El anacronismo y la capacidad histriónica y dramática del sacerdote Carlos Yepes, evidente en una de sus homilías sobre el amor virginal, no solamente es hilarante para mí, sino para aquellas personas que me han incitado esta semana, a escribir algo al respecto de sus afirmaciones.

Expresiones como: “Digan niñas: “Si, Soy Virgen y qué? A quién le duele?. Tú te burlas de mí, tu que eres una zorra, perra, grilla. Más tocada que las campanas de la parroquia, que has pasado por más de 10 o 15 hombres” o “Hoy que los pájaros no le disparen a las escopetas. Que aquellos que viven revolcados como marranos, no cuestionen la grandeza, la belleza, la pureza, la nobleza, la profundidad y la hondura de un amor distinto, un amor virginal”, dejan sentir un tufillo oscurantista y medieval.  Por suerte, aun puedo seguir hablando, pues encarno a aquellas mujeres que murieron en la hoguera.  Así que el fuego, ya no me asusta; con ese cuento, ya no me someten ni me hacen obediente.

Continua diciendo el pastorcito: “Yo hoy 15 años, después de mi ordenación sacerdotal, creo más profundamente en el celibato que el día de mi ordenación sacerdotal, porque veo sus bondades” informándonos de esta manera, públicamente su preferencia sexual o para ser más preciso, la forma como expresa su propia sexualidad. Confieso no estar preparada para escuchar las preferencias sexuales de un sacerdote que le habla a su rebaño en la homilía; sin embargo, le agradezco su precisión. No necesariamente tener sotana  es sinónimo de una vida célibe en donde ni la masturbación hace falta.

Posiblemente el sacerdote en su miopía, desconoce que el celibato y la virginidad, no son las únicas formas de vivencia legitima, responsable y decidida conscientemente de la sexualidad; ésta por naturaleza es polimorfa, pues acontece en sujetos humanos que por constitución, son plurales. Pretender que todos y todas vivamos una sexualidad como la que él propone, no solamente es un pecado de egolatría y narcisismo, sino una invitación a la aniquilación de la humanidad. Querer que todos los cristianos sean célibes, es una invitación al suicidio colectivo de la especie, algo que a simple vista, resulta antinatural.

La dietética sexual cristiana, basada en la represión de la condición humana, es la responsable de la doble moral de nuestra sociedad y sus desvaríos. Si la ascesis cristiana y católica fueran la “salvación” de “nuestra pobre humanidad agobiada y doliente”, no tendríamos que soportar en Colombia, una tierra primordialmente católica desde hace más de 500 años de imposición de esta religión,  hechos como las violaciones, la pedofilia, el maltrato a la mujer, el embarazo adolescente, y otros lastres de la represión sexual; represión ésta de origen principalmente religioso. Aclarando, que la mayoría de estas acciones son cometidas por personas bautizadas en el credo católico, mayoritariamente heterosexuales y en otros casos, sacerdotes.

Le recuerdo, que sin pecadores no hay salvadores y sin ovejas no hay pastores, así que gracias a la culpa, a la confesión y los diezmos que pagan “aquellos que viven revolcados como marranos” Ustedes pueden seguir sosteniendo su Iglesia. Como dice Nietzsche: “Los pecados se vuelven indispensables en toda sociedad organizada de manera sacerdotal: ellos son las auténticas palancas del poder, el sacerdote vive de los pecados, tiene necesidad de que la gente peque”

Cuestionemos los discursos homogenizantes y singularizantes de lo humano, que imponen un modelo sexual totalizador y salvador, pongamos un gran interrogante sobre los discursos de poder basados en metafísicas antinaturales del cuerpo y de lo humano. Sólo la duda, nos llevará a la consciencia y la consciencia a la libertad.  Esto es la Revolución Erótica.


“Es una absurda exageración decir que todos estamos locos,
pero también es cierto que ninguno de nosotros es perfectamente cuerdo
y que ninguno es perfectamente sano de cuerpo.
Si llegara a aparecer en el mundo algún hombre perfectamente cuerdo,
no cabe duda de que lo recluirían.”

G.K. Chesterton.


Psicóloga Alejandra Quintero Rendón - eldivanrojo@gmail.com - @eldivanrojo


Share/Save/Bookmark